Los probióticos son microorganismos vivos que se encuentran en alimentos y suplementos. Se ha demostrado que tienen muchos beneficios para la salud, desde mejorar la digestión hasta fortalecer el sistema inmunológico. Pero, ¿qué pasa con los bebés? ¿Deberían tomar probióticos?
Los bebés nacen con un sistema inmunológico inmaduro, lo que los hace más vulnerables a las infecciones y enfermedades, sin embargo, los probióticos están ahí para ayudar a fortalecer y evitar malestares. Un estudio publicado en la revista Pediatrics encontró que los bebés que tomaron probióticos tenían menos probabilidades de desarrollar infecciones respiratorias y gastrointestinales.
Además, los probióticos pueden ayudar a prevenir y tratar el cólico en los bebés. El cólico es una afección común en bebés recién nacidos que se caracteriza por llorar excesivamente y tener dificultades para dormir. De hecho, los bebés que tomaron probióticos tuvieron una reducción significativa en los síntomas de cólico en comparación con aquellos que no los tomaron, según un estudio hecho por la revista BMC Pediatrics.
Otro beneficio es que pueden mejorar la salud digestiva de los bebés, ya que ellos suelen experimentar problemas digestivos como diarrea, estreñimiento y dolor abdominal.
Es importante tener en cuenta que no todos los probióticos son iguales. Los bebés tienen un sistema digestivo delicado y es importante elegir uno adecuado para su edad y necesidades. Habla con el pediatra de tu bebé antes de darle cualquier suplemento o alimento que contenga probióticos.
Con la supervisión adecuada, los probióticos pueden ser una excelente manera de promover la salud y el bienestar de tu bebé.